Reflexiones sobre el alcohol en Marruecos
Si sí, ya lo sé. Hay mil temas que tratar mucho más interesantes. Supongo que esperáis de mi que os hable de la performance que se hizo ayer en el Peñón de la Gomera por un grupo de chicos marroquíes, o tal vez de los arrestos de policías en los puestos fronterizos, o de la valiente ONG marroquí que ha denunciado a Al Assad en Bruselas. Este país no para, es una fuente inagotable de noticias y comentarios de calado.
Pero lo lamento yo soy una superficial, me centro en aspectos absurdos de la vida cotidiana. No puedo hacer nada, cuando un tema me entra entre ceja y ceja, no paro hasta llegar al final. Lo siento, debo seguir con el tema del Marjane y el alcohol. 😉
Hoy se habla de nuevo en la prensa sobre el asunto, que por lo que veo, no solo me interesa a mí. Para valorar los ríos de tinta que este tema está haciendo correr en la prensa marroquí, debemos comprender que la cadena de hipermercados Marjane es la más conocida en Marruecos y el hecho que presuntamente esté comenzando a no vender alcohol, no es un tema banal. Puede tener un significado oculto, porque además MARJANE pertenece al Holding Real SIN ( Sociedad Nacional de Inversión).
Resumen de actos: Una semana después del final del mes de ramadán, las grandes superficies Marjane empezaron a cerrar progresivamente sus lineales de venta de bebidas alcohólicas. Los hipermercados que comercializan estos productos son actualmente 10, sobre un total de 30 abiertos en el territorio nacional.
Parece ser que el argumento de la empresa es el de negar que sea por motivos religiosos pero alegan que pierden clientes al vender alcohol porque familias conservadoras optan por otros hipermercados para evitar que sus hijos vean las botellas de cerveza o vino cerca de los yogures y verduras. Y a eso le llaman decisiones estratégicas que no tienen que ver con aspectos religiosos. En fin, aceptamos pulpo como animal de compañía.
La dirección de Marjane marca una nueva estrategia con el objetivo de atraer un mayor número de familias en sus almacenes. Según ellos, los profesionales y propietarios de bares y restaurantes tienen acceso a otro tipo de hipermercados con venta de alcohol como el METRO.
Mohamed Amrani, Director General del grupo Marjane, declaró a Akhbar Alyoum que “esta orientación no es nueva; nuestro objetivo consiste en atraer a las familias que van a hacer sus compras de la semana”. Amrani precisó que hipermercados como el de Salé nunca vendió bebidas alcohólicas desde su apertura, y que existe otro de apertura reciente que tampoco no vende. En este caso por razones de falta de espacio en las estanterías. Otros que no venden; Taza, AL Hoceima, Marrakech Massira (carretera de Essaouira), Khouribga y el centro del Morocco Mall en Casablanca. Doy fe, que yo compré en su día alcohol en el de Massira. Hoy en día no voy a este porque me queda mucho más lejos que el otro de Marrakech y por tanto no puedo dar la opinión directa.
La cuestión de la venta de alcohol siempre comporta polémica religiosa, últimamente a causa de los comentarios del especialista del pensamiento objetivista Ahmed Raïssouni, que había predicado la prohibición de ir a hacer las compras a lugares donde se expone y vende alcohol. Eso provocó que algunos movimientos de protesta acompañaran la inauguración de centros Marjane debido a la venta de alcohol.
Aún así, Amrani sigue proclamando que la nueva orientación no se dicta por consideraciones religiosas, afirmando que “nuestra experiencia es puramente comercial, países como Brasil fueron tienen la misma estrategia, así como otras naciones con las cuales compartimos las mismas tradiciones. Pues decidimos hacer como ellas “. Y lógicamente nadie les discute su libertad a vender o no hacerlo.
La prohibición de las bebidas alcohólicas se menciona hasta tres veces en el Corán. Y, según sus escrituras, «la ira de Dios recae en el que destila el alcohol, en quien lo bebe, quien lo transporta, la persona para la que ha sido transportado, quien lo sirve, quien lo vende, quien utiliza el dinero producido por él, quien lo compra e incluso quien lo compra para otra persona«. Pero si el Corán prohíbe el consumo de bebidas espirituosas, la Ley marroquí en cambio sólo castiga al que lo dispensa si el que lo adquiere es musulmán. Lo cuenta Saad Eddine el Otmani, líder destacado del Partido islamista Justicia y Desarrollo (PJD). «La Ley no prohíbe el consumo, sino la venta a los musulmanes», dice al tiempo que explica que «nuestra religión sí que nos impide beber alcohol; pero no el Gobierno. El Gobierno no está obligado a actuar en todas las prohibiciones que establece el Corán«. Estas contradicciones llevan a que muchos marroquíes consuman alcohol sin ningún control, se quejan los islamistas, porque no se multa al que lo consume si no al que genera desórdenes en la calle por ir ebrio. La multa oscila entre los 25 y 30 euros. Un gran peligro en un país que, con la mitad del parque móvil que en España o Francia, registra cada año más de cuatro mil muertes en la carretera; a once por día de media. De hecho los controles de alcoholemia de la policía están a punto de ponerse en marcha. Aunque no será fácil para la policía parar a alguien y hacerle “soplar”, porque eso indica una cierta presunción de consumo y depende quien se encuentre delante puede sentirse ofendido. Tema muy complejo este. A día de hoy, aún no he visto un solo control de alcoholemia en todo el país.
Me pregunto si alguien cree que por el hecho de no vender alcohol, el consumo se reduce. No hace falta recordar que durante la famosa Ley Seca en los EEUU a principios del siglo XX, el tráfico y la mafia del alcohol disparó el consumo. Tampoco no sabría decir cómo conseguir reducir el consumo de alcohol porque las campañas emprendidas en todo el mundo no dan resultado. Que nadie piense que los lineales de alcohol de los hipermercados son un club exclusivo para occidentales. Esta zona normalmente apartada del resto, está frecuentada por marroquíes y occidentales.
Estos temas me preocupan por lo que significa a nivel de respeto a las libertades individuales. Paradójicamente, la palabra alcohol tiene origen árabe y se puede traducir como espíritu maligno.
Bueno os prometo que dejo este tema aquí. O no….quien sabe.
30 agosto, 2012 en 15:31
Muy buen artículo Anabel.
El tema da de sí si es interesante, bien por ser clave, como lo es en Marruecos, bien por interesar a muchos de quienes allí viajamos, y además porque es actualidad en vista de los cambios que se están produciendo y pueden producirse.
Si es importante, de plena actualidad e interesa, mientras haya novedades o no se hayan tocado todos los aspectos que este asunto implica, adelante, y escribe lo que quieras, cuando quieras.
No todos los artículos interesan a todos, ni puedes escribir siempre para contentar a todos.