¿Fin de «las adopciones internacionales» en Marruecos?
Hace muchos días que quería escribir este post sobre la Kafala.
La Kafala, según explica la legislación marroquí, es el compromiso de hacerse cargo de la protección, educación y manutención de un niño abandonado, pero sin que confiera derecho a la filiación ni a la sucesión. La adopción no existe en la legislación marroquí pero la kafala ( la tutela dativa en árabe ) es la fórmula de protección de menores desamparados. La aplicación de esta figura jurídica es la que solicitaban las personas extranjeras y, en concreto, las de nacionalidad española.
La kafala (similar a un acogimiento permanente) de un niño con sentencia judicial de declaración de abandono es constituida y ejecutada por orden judicial y se acompaña de autorización judicial para que la persona que ha acogido el niño pueda establecerse con él de manera permanente en el extranjero.
Según El País, “antes la Kafala se tramitaba en los juzgados en algo más de un mes y el año pasado 254 familias españolas, algunas monoparentales, lograron hijos marroquíes. La mayoría eran de Cataluña desde donde, a mediados de los noventa, viajaron a Marruecos los primeros matrimonios con la intención de adoptar. Han creado incuso una asociación de ayuda a la infancia marroquí. Hay también parejas extranjeras, franceses, belgas, y hasta ha aparecido alguna estadounidense y australiana”.
Poco después de la llegada al Gobierno del Partido de la Justicia y del Desarrollo (PJD, islamista moderado) las Kafalas se atascaron, sobre todo en Rabat, a causa de las reticencias de algunos magistrados. El mes pasado el ministro de Justicia, Mustafá Ramid, envió una circular a los fiscales instándoles a oponerse a la entrega de bebés a extranjeros “si estos no residen habitualmente en el territorio nacional”.
En los procedimientos de adopción los informes de los fiscales son preceptivos, pero no vinculantes. Aun así es improbable que los jueces no los acaten. Por eso la circular supone en la práctica acabar con la adopción internacional.
El ministro Ramid, un hombre de profundas convicciones religiosas, quiere así que los jueces de menores puedan “seguir y controlar” lo que sucede con el niño adoptado. Sospecha que una vez en Europa los tutelados no cumplan las condiciones de la kafala que obliga a mantener la filiación del niño, su religión musulmana y su nacionalidad. Si los niños permanecen en Marruecos si se puede comprobar.
Durante la Reunión de Alto Nivel (RAN) celebrada el día 3 de Octubre en Rabat, el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, se entrevistó con su homólogo marroquí, Mustafa Ramid. En ese encuentro se trató del caso de 44 familias españolas que están pendientes de que se resuelva la Kafala que han iniciado para acoger menores marroquíes.
Tras la reunión, el ministro de Justicia marroquí se comprometió a no paralizar este sistema de acogida para los españoles, siempre y cuando cumplan con los requisitos fijados. En este caso, las 44 familias que han comenzado la tramitación y están pendientes de la resolución cumplen ya con la condición exigida de habitar en Marruecos. No obstante, Ramid recordó a Gallardón que son los jueces los que conceden las “kafalas” y que para controlar su buen desarrollo era necesario que los tutores residiesen en Marruecos. Dejó caer que una vez aquí asentados podrían salir de viaje al extranjero con los niños que tutelan. Algunas familias españolas sopesan ahora instalarse en Marruecos y solicitar la residencia, pero es un trámite largo y complicado.
Debemos tener en cuenta que en Marruecos y según el estudio “el Marruecos de las madres solteras” de la asociación Insaf, 153 bebés nacen fuera del matrimonio cada día y de ellos se abandonan 24.
¡¡¡ Cada día !!!
Por lo tanto, la Kafala se presenta como la mejor alternativa para garantizar una vida decente a los niños abandonados. Espero que se pueda agilizar de nuevo la concesión de las Kafalas, porque me constan que los orfanatos de todo Marruecos están llenos y en cambio hay cientos de familias esperando por ellos.
Los cambios producidos en las condiciones de las Kafalas, es decir, la obligatoriedad de la residencia en Marruecos, de facto puede cerrar “la adopción internacional” de niños marroquíes.
9 octubre, 2012 en 13:04
Buen artículo que pone de manifiesto muchas problemáticas subyacentes. Qué pena que siempre los perjudicados sean los más débiles y sin ninguna culpa…
9 octubre, 2012 en 13:26
Me resulta duro pensar que la paralización de las kafalas sean por motivos religiosos, y por encima de los motivos humanos, pues sinó no se entiende como pueden no ayudar a tantos niños que lo necesitan, con control, por supuesto, pero darles la oportunidad de vivir una vida mejor, con el cariño y las atenciones necesarias
9 octubre, 2012 en 17:58
Conocí Marrakech, y Marroc ,por una Kafala y es lo mejor que he hecho en mi vida, mi niño marrakechí es lo más bonito del mundo y siento que no den la oportunidad a otras familias de poder tener, cuidar y disfrutar de todos esos niños que no tienen recursos.La creche en la que estaba nuestro niño era impecable, limpia, luminosa y los niños bien atendidos, con muchos voluntarios europeos , casi todos en espera de Kafala, que se pasaban por allí para estar con los pequeños……..y dejaban buenos «aguinaldos».Si no dejan hacer Kafalas ¿quien ayudará a las creches con tantos niños?, la gente que quiera adoptar ira a otros paises….Es una pena……..
9 octubre, 2012 en 18:26
Espero que este «giro» se pueda reconducir, pero creeme que soy profundamente pesimista. Es un asunto religioso, el miedo a que los niños salgan del pais y puedan ser educados fuera del Islam preocupa mucho y pasa por encima de que estos niños tengan una posibilidad de tener a una familia.