Lujo

La cumbre del lujo, en Marrakech

Posted on Actualizado enn

El prestigioso diario británico financiero, Financial Times, organizará del 30 de mayo al 1 de junio en Marrakech su cumbre anual de la industria del lujo ( FT Business of Luxury Summit ), con el tema “la revolución del estilo de vida”.

Esta octava edición, bajo el Alto Patrocinio del Rey Mohammed VI, se caracterizará por la participación de más de 350 responsables de las grandes marcas y compañías mundiales que operan en el sector así como de financieros venidos de varios países.

La cumbre, que será presidida por Lionel Barber (director de publicación del Financial Times), debatirá varias cuestiones relativas a la diversificación y al refuerzo de esta industria, así como  al impacto de la crisis económica y financiera mundial y a los factores macroeconómicos que influyen sobre las decisiones de los consumidores.

Marruecos es el primer país africano que albergará una cumbre de tal importancia según indica el Sr. Saad Benabdallah, Director General de Maroc-Export.

La cumbre se inscribe en el marco de la promoción de las relaciones económicas entre Marruecos y el Reino Unido, añade el Sr. Benabdallah, que recuerda el trabajo activo de la embajada de Marruecos en Londres con el fin de reforzar la visibilidad económica de Marruecos en Gran Bretaña a través de la organización y la participación de manifestaciones económicas importantes en tierra británica.

Seguramente en la decisión de escoger Marrakech se ha tenido en cuenta  la  exposición Inspiring Morocco que tuvo lugar en el famoso almacén londinense Harrods y que había suscitado un interés excepcional por parte de los socios británicos e internacionales del Reino.

Al albergar la cumbre de la industria mundial del lujo, Marruecos ambiciona reforzar su imagen de marca a los inversores internacionales, de dar a conocer sus activos innegables como hub de exportación del continente africano, ya que Marruecos dispone de las infraestructuras y de los conocimientos técnicos necesarios para afrontar este reto.

La edición de Marrakech se produce después de las de Lausana, Los Ángeles, Las Vegas, Shangai, Venecia, Tokio y Montecarlo.

Entre los participantes en la cumbre de la ciudad ocre figuran, en particular  Luca Cordero di Montezemolo, Presidente de Ferrari S.p.A, Francois-Henri Pinault, Presidente de la compañía PPR, Sidney Toledano, Presidente de Christian Dior Couture, Chris Blackwell, fundador de la compañía Island Records aet Island Outpost Hoteles & Resorts, Aerien Lauder, Presidente y director de creación de Estée Lauder y Gian Giacomo Ferraris, el Presidente ejecutivo de Gianni Versace SpA.

Diario de referencia de la City (barrio financiero de Londres), el Financial Times es uno de los líderes mundiales en materia de información y de análisis económicos.

Con una tirada de  aproximadamente de 604.856 copias al día (según cifras publicadas el 1 de abril último), el Financial Times se impone como referencia para los responsables económicos y financieros no solamente en Gran Bretaña sino en todo el mundo.

El Diario cuenta más de 4 millones de suscriptores en su edición electrónica.

Riads de Marrakech

Posted on Actualizado enn

 

En Marrakech existe  un “art-de-vivre”, una elegancia, un gusto refinado que no se encuentra en ningún otro lugar del mundo”, afirmaba hace un tiempo el decorador de interiores Jaques Grange. Impresionado de las primeras imágenes de una tendencia que iniciaba a delinearse en las sombras de las murallas de la ciudad roja. Eran los años 60 cuando el joven arquitecto parisino, fue llamado a la corte de Yves Saint Laurent y Pierre Bergé, para transformar en un sueño de las Mil y una noches, una vieja casa en el corazón de la Medina. Lo que parecía un capricho de un excéntrico estilista de moda, fue revelado como la chispa inaugural que se convirtió en poco tiempo en una llama, con el poder de encender la imaginación y la curiosidad de quienes inician un viaje hacia la antigua ciudad imperial. Es la búsqueda de este mundo evocado por Grange que se materializa detrás de los pesados portales de madera que esconden al mundo, la maravillosa intimidad de los Riads. Las casas tradicionales recogidas alrededor de un patio que regalan la ilusión de vivir como un pachá. Sí que es cierto, que unos años atrás, vivir en una de estas fantásticas casas en los centros históricos de Tánger, Fez o Marrakech era un privilegio reservado solo a una selecta élite cosmopolita de artistas, escritores, rock-stars y estilistas. Hoy quien quiere puede alojarse en un Riad, trasformado en un suntuoso hotel de atmosfera y sentirse parte de un sueño.

Como confirma Charles Boccara, uno de los arquitectos más conocidos de Marrakech: “En Marruecos, en cada vieja casa, por modesta que sea, se vive como en un palacio. Cada uno dispone de un trozo de cielo todo para él, puede escuchar el canto del agua y respirar los perfumes del jazmín y de las flores del naranjo”.

Paredes desnudas y inaccesibles bordean los estrechos callejones que forman el laberinto de la Medina, ni una ventana, ni un balcón asomando a la calle, con respeto a la tradición islámica que impone no mostrar nunca el interior, que por ningún motivo debe “ser expuestos a las ofensas de la calle “. La única apertura es el portalón, que permanece siempre cerrado. Pero basta, abrirlo para acceder al patio en donde escuchas el rumor de una fuente, sombreada por los arboles de naranjo y limoneros. Parece simplemente un jardín, pero este cuadrado verde, sombra y agua …. evoca un oasis, el del reposo y la tranquilidad domestica, en clara contraposición con la locura del exterior.

En el patio, se abren las habitaciones de servicio, la cocina, el comedor…a veces, el Hammam; para ir a de una habitación a la otra se atraviesa el patio, exaltando así su papel de centro de la casa, de encuentro y de convivialidad familiar. En la planta superior se encuentran las habitaciones para dormir, todas alrededor de una balconada en madera de cedro finamente decorada que recuerda los mousharabi, con unos hermosos paneles bien trabajados  desde donde el sultán y los cortesanos observaban, sin ser vistos, la vida en el patio.

Las techumbres, en la mejor tradición mediterránea, son sustituidas por terrazas, formidables puntos de observación de la medina que desde lo alto, aparece como un impenetrable laberintoagujereado” de centenares de patios interiores. Un tejido urbano único, muchas veces salpicado de elementos de la imparable modernidad. Paradoxalmente, en los tiempos del protectorado francés fue el propio modernizador de Francia, Louis Hubret Lyautey quien marginó ( y tal vez abandonó a su propio destino ), los centros históricos, con un decreto que imponía la construcción en zonas separadas de nuevos barrios de estampa occidental para la burguesía y los comercios. La Medina, siempre más abandonada, se convirtió así en el ghetto de la gente pobre.

 

Esto ha sido así, hasta el reciente Renacimiento, debido en gran parte a la ola de inmigración de lujo proveniente de Europa y de Norteamérica. Venciendo a los viejos residentes y empujándolos hacia las cómodas y nuevas urbanizaciones periféricas, los Riads se transformaban en confortables estancias, Maison d’Hôte y restaurantes. Solo en Marrakech se calcula que en los últimos años la metamorfosis ha afectado a más de 800 edificios. Muchas de estas restructuraciones llevan la firma y el toque minimalista de Quentin Wilbaux, arquitecto belga propietario de una agencia: “ La vieja ciudad está viviendo una segunda juventud. Quien invierte en un Riad no compra solo una casa de vacaciones, también participa al mismo tiempo de un proyecto de recuperación arquitectónico de este centro histórico tutelado por la UNESCO “. Pero es más que eso. La reestructuración hecha con respeto a la tradición, contribuye también  a dar un nuevo impulso a los antiguos artesanos y a salvar un patrimonio que corría el riesgo de perderse,  si no hubiese sido transmitido a las nuevas generaciones de maalem (maestros).

El mérito del descubrimiento y de la consecuente revaloración de muchas de estas técnicas milenarias se debe a Bill Willis, el más famoso  interiorista decorador de Marrakech, donde llegó procedente de Memphis en los años ’60. Desde Tennessee, siguiendo al millonario Paul Getty. Comprendió como nadie, el estilo marroquí etnochic, refinado y exótico, que es el resultado de una amalgama de influencias árabes, amazigh, andaluzas y detalles art déco, herencia francesa. Todo esto, aplicado el filtro de un gusto occidental contemporáneo. Además de villas y Riads privadas de ricos y famosos que Willis ha decorado como sets hollywoodianos, la apoteosis de este estilo, seria el restaurante Yacout que fue construido en la antigua Residencia del Gobernador. El mix de tendencias y influencias es el secreto del nuevo estilo marroquí que se basa en el privilegio de poder absorber a manos llenas, el rico artesanado de los zocos. Imposible imaginar la Medina de Marrakech sin la efervescente actividad de los ebanistas, tejedores, curtidores, tintoreros, que se empeñan en crear objetos de arte y elementos decorativos que reflejan una tradición secular aunque adaptándose a los criterios estéticos en continua evolución

Como confirma también Renè Gast, uno de los organizadores del Riad Art Expo, el primer salón del país dedicado al art-de-vivre; “De Paris a New York, el estilo marroquí es admirado y imitado, hasta el punto de ser considerado un modelo más que una moda pasajera. De la cocina a la tradición, lo que define el  art-de-vivre marroquí, se está abriendo camino por todas partes, mientras el artesanado continúa sin perder su propia identidad. Es la prueba, en el caso que fuese necesario, que esta cultura está entre las más vivas del mundo”.

Kasbah Tamadot

Posted on

La primera vez que descubrí la Kasbah Tamadot fue en una de mis escapadas a Imlil…después de Asni coges un desvío a la izquierda dirección Imlil y unos cuantos kilómetros después te encuentras esta Kasbah….de hecho desde fuera no apreciaba ninguna cosa especial. Pero cuando vi en el exterior “Kasbah Tamadot, by Sir Richard Branson” pensé…debo entrar, porque debe ser magnifico.  Sir Richard Branson se enamoró de este lugar en 1998 durante una de sus famosas expediciones en globo. La Kasbah se encuentra al pie de la cordillera del Atlas a 1320 metros de altura, a una hora de Marrakech. Para que sepáis, la Kasbah Tamadot forma parte de Virgin Limited Edition, la oferta de lugares de retiro únicos de Sir Richard Branson.

Y como os podéis imaginar, cuando entras te quedas sin aliento…es preciosa. Maravillosa, no tengo más adjetivos…..piscina interior, Hammam de lujo, piscina exterior, unas habitaciones increíbles, todo el Hotel está perfectamente decorado. Dispone de 24 impresionantes habitaciones y suites, incluidas las seis suites de lujo de estilo bereber. Todas decoradas individualmente con muebles y antigüedades tradicionales marroquíes, y también con piezas de la gran colección de Luciano Tempo, el anterior propietario de Kasbah Tamadot. Parece ser que Luciano, prestigioso comerciante de antigüedades y diseñador de interiores, reunió piezas de todo el mundo, muchas de las cuales adornan las habitaciones. Cada habitación tiene un nombre descriptivo exclusivo en lengua bereber que revela algo sobre ella.

Los precios también están en consonancia con el Hotel, desde los 360 a 765 Euros en Temporada Baja a los 430 a 845 Euros en Temporada Alta, para una habitación doble con desayuno. Por 70 euros más tienes la opción de la Pensión Completa.

Las Suites oscilan entre los 575 a 765 en Temporada Baja a los 610 a 845 Euros en Temporada Alta para dos personas y solo alojamiento y desayuno por noche. Eso sí, algunas tienen piscina privada.

Si eres de los que quieren un servicio exclusivo, puedes alquilar una Tienda Bereber con piscina privada desde 950 a 1.030 Euros o la Master Suite ( 3 habitaciones ) de 1.590 a 1.700 Euros. A modo de curiosidad, que sepáis que cuando Brad Pitt estaba rodando BABEL cerca de Ourzazate, se alojó en esa Suite e iba y venía cada día en helicóptero…Angelina también vino con él.

Uno de los objetivos de la  Kasbah Tamadot era la de implicarse activamente con los líderes de las comunidades locales y así ofreció a los habitantes de los pueblos cercanos la posibilidad de trabajar en Kasbah Tamadot. La mayoría de ellos nunca había trabajado en un hotel, y mucho menos hablaba inglés. Les dieron formación amplia obstante en todos los aspectos de las operaciones de un hotel, incluido el aprendizaje de la lengua inglesa. Actualmente, dan empleo a 100 personas.

El contraste de la zona, del mundo rural del valle de Asni con el lujo de la Kasbah puede resultar desconcertante al inicio, pero sinceramente han conseguido integrar con bastante éxito las dos realidades. Las vistas desde el Restaurante a la tierra roja de la zona y a los pueblos bereberes cercano es fascinante.