Restaurantes Marrakech
Mechoui o Tanjia, en Marrakech
Hoy os voy a hablar del restaurante Chez Lamine Hadj Mustapha. Un “secreto” cerca de Djemaa El Fna.

Es toda una institución del llamado “street food” marrakchí. Totalemente compatible con una cena en los puestos de la plaza, en el que yo llamo, el restaurante open air más grande de Marruecos. Podéis ir un dia a la plaza por la noche y otro, disfrutar de un almuerzo en este lugar característico. Os recomiendo las dos cosas, sin duda.
No aceptan reservas, y probablemente debáis hacer cola en la misma calle para comer ahí, pero merece la pena y el tiempo de espera es breve, aunque haya mucha cola. Aquí la gente va rápida y no existe lo de la sobremesa española.
En la entrada os encontraréis a Mustapha, vestido de forma elegante que controla todo, los pagos, la cola, los clientes, la cocina…nada queda al margen de su experiencia y su mirada.
El restaurante se encuentra situado en el llamado callejón Mechoui, detrás del restaurante La Alhambra en Jemaa el-Fnaa. No os equivocaréis, pues el lugar se encuentra adornado con cabezas de oveja y ollas de barro «Tanjia». Las ollas de carne se cocinan en las cenizas de las brasas de un Hammam. La mayoría acude durante el día por el suculento Mechoui, pero las ollas de carne se sirven durante todo el día y son igual de deliciosas.

La oferta es escasa, Mechoui (1 kilo o medio kilo) y Tanjia marrakchí como base de la carta. ¿Pero para que quieres nada más? Sinceramente, el Mechoui es delicioso. Te recomiendo que lo acompañes de una ensalada marroquí para relajar un poco la grasa.

Los cuatro pisos que completan el restaurante no se hacen fáciles de subir y bajar. Si te toca la terraza superior, disfrutas de las vistas de Marrakech, pero debes estar atenta a no coincidir con otro cliente, ya que solo hay espacio para una persona en las escaleras. En este lugar, no esperes grandes atenciones, ni una vajilla espectacular, ni manteles a juego, ni ningún tipo de detalle superficial. Aquí vienes a comer, sin ningún lujo accesorio. Debes concentrar toda tu atención en lo que vas a comer, parece como si debieses abstraerte de todo lo demás y disfrutar de la delicia del cordero o de la tanjia. La carne en su punto, suculenta, nada seca, con mimo. Esas 24 horas de cocción lenta se funden en la boca. Totalmente recomendable esta experiencia 100% marrakchia.
El precio es muy ajustado, puedes comer 1 kg de Mechoui, ensalada, pan, agua y patatas fritas para dos personas por unos 15 euros.
La «playa» de Marrakech
¿Quién dice que en Marrakech no tenemos playa? Bueno…y si no la tenemos, nos la inventamos y ya está.
A escasos 40 minutos de Marrakech, encontrareis la bonita costa de la ciudad ocre. No huele a mar, ni falta que hace….no hay olas, no las necesitamos…no hay arenas blancas, ni ganas. No tenemos todo eso…pero en cambio…si tenemos chiringuitos y zona de baños naturales. Y ambiente, mucho ambiente….
El río que baja por el fértil valle de Asni y que nace en el Alto Atlas (cerca del Djebel Toubkal) llega fresquito a este lugar. Este año no hay mucha agua, pero baja intensa y fría como un cubito de hielo. Y eso estando a 50 grados de temperatura en Marrakech es, poco menos que un milagro.
Los marrekchíes y algunos turistas apasionados de la playa y el mar abarrotan este lugar. Pic–nic en los márgenes del río, debajo de la sombra de algun árbol..piscinas en medio del río llenas de niños disfrutando como nunca, caballos y camellos elegantemente ornamentados que pasean a quienes tienen ganas de pagar unos dirhams y hacerse una foto. Vendedores de todo tipo andan por aquí. El camino desde Marrakech hasta “la playa” está llena de motos con chicos muy jóvenes que pasan el día en la playa refrescándose un poco del calor infernal de la ciudad. Los chiringuitos de delante, sirven refrescos y tajines de pollo, verduras, ternera…hariras y brochetas.
¿qué más se puede pedir?
Un verdadero restaurante español en Marrakech
Hace días que quería escribir este post. Por fin ha abierto un restaurante español en Marrakech. Un verdadero restaurante español. No esos que mezclan los burritos, con el guacamole, con la paella, con los frijoles…un restaurante español 100%.
Se llama Tierra y Mar. Está muy cerca del cine Le Colisée. Es decir en el corazón de Guéliz.
Son una familia de Castellón, el padre en la cocina, la madre al tanto de las mesas y el hijo al frente de la barra. Por eso, el restaurante destila una esencia familiar y agradable. No es nada pretencioso, quieren ofrecer una cocina española tradicional. Nada de decoraciones exageradas de toros y flamenco, aquí se viene a comer y no a entrar en un parque de atracciones folclorista. Dos salas, una más grande y la otra un poco más íntima. Manteles de tela y copas y cubiertos adecuados. Parece una cosa tonta, pero en Marrakech aún te pueden servir una cerveza en vaso de tubo. Lo sé, no es que sea grave pero me llama la atención.
Charo (la madre y alma del restaurante) cuida los detalles, para que si cierras los ojos pienses que estás en cualquier ciudad de España.
Al mediodía, un menú excelente. Casi siempre hay opción de paella. Primero, segundo y postre con vaso de sangría por 130 Dh (unos 11 Euros). Seguramente te invitaran a una copita al final si te identificas como español. Ellos tienen ganas de socializar, son nuevos en Marrakech y además extremadamente simpáticos.
Si comes a la carta, tienes de todo. Para picar, tortilla de patatas, pulpo a feira, calamares, bravas, mejillones, gambas…de segundo, carne o pescado (muy fresco, les llega de Agadir). Y de postre, entre otros…crema catalana…mi favorita. Cerveza San Miguel y vinos españoles y marroquíes (como no podía ser de otra forma). Precios muy asequibles para el nivel de la cocina.
Cierra los lunes. Poco a poco, los españoles residentes en Marrakech lo van conociendo. Y me alegro. Ir a comer a Tierra y Mar es un poco como estar en el comedor de tu casa. Una extensión de tu ciudad. ¿Qué otra cosa te transporta más a tus raíces que la gastronomía? El gusto de las salsas, la tortilla de patatas, el all i oli con una tostada de pan, el jamón, la paella valenciana “sucarrada”…vuela tu mente a casa con solo cerrar los ojos.
Gracias a Edu, Charo y Joaquín por traer un poco de todo eso a Marrakech. Os deseo toda la suerte del mundo.
TIERRA Y MAR
99, Rue Mohamed El Beqal.
Marrakech
Tfno.: 00212 (0) 524446671
(cierran los lunes)
Quesos + Vinos en Marrakech = Cheese Me
Cenar en Cheese Me. Ya tenía ganas de comer quesos con un buen vino.
Este local abrió hace pocos meses, en agosto intenté ir porque parecía que solo iban a cerrar las dos semanas del medio pero al final tuvieron que cerrar todo el mes por el Ramadán, los proveedores estaban cerrados y los vinos bloqueados en la frontera. Así que he esperado un poco más para conocer este local, pero ha valido la pena. Mucho.
Está situado en el corazón del barrio de Gueliz, es decir fuera Medina. Dispone de una pequeña terraza y el local tiene dos pisos. En el piso superior mesas para grupos de amigos más numerosos. En la parte de abajo, mesas altas con asientos muy cómodos. Yo diría con la intención de dar una sensación de informalidad al local. La decoración es moderna y elegante, nada recargada. A destacar la original lámpara central.
¿Y la comida? La carta está basada en los quesos, aunque también tienen alternativas y postres caseros riquísimos. Mi opción, es la de comenzar con unas tapas y seguir con un surtido/asiette de quesos. Tienes varias opciones. Solo para uno o un surtido para dos personas de 8 o 10 tipos distintos. Los acompañan con mermelada, nueces, uvas y rodajas de manzana para que separes los gustos en el paladar. Cuando te los sirven, te explican cada uno de ellos y cual es el orden más aconsejable para disfrutarlos. Se nota que la pareja propietaria están ilusionados con su restaurante. Son muy simpáticos y atentos. Preocupados en que los clientes disfruten y tengan en este lugar, su rincón especial en Marrakech. Y seguro que lo consiguen, porque si cierro los ojos aún pienso en las delicias de esos quesos, suaves, consistentes, ahumados, de cabra, de vaca….mmmmm….eso sí, todos franceses AOC.
El secreto es también su excelente carta de vinos internacional. No solo franceses y marroquíes, también de muchas partes del mundo para bolsillos de todo tipo. No siempre apetece sentarte a comer primero, segundo y postre. Este lugar es ideal para comer algo sin prisas, pero sin grandes tempos y después salir a tomar algo…¡por ejemplo? Al Djeelabar. Es es el plan de una gran noche en Marrakech. Cheese Me+Djeelabar. ¡Me apunto!
Espero que esta nueva dirección se consolide como un lugar de referencia porque la idea es del todo original para Marrakech y sobre todo porque Valérie ( del País Vasco-Francés ) y Karim -los propietarios- crean un lugar que va más allá de un simple restaurante. Es un local con duende.
Cheese Me
68 rue de la liberté, Gueliz-Marrakech
Tel; 05 24 45 82 27
Carne a la brasa en Marrakech
Hoy os hablo de un restaurante de Marrakech familiar. Es un fast food a la manera marroquí, un lugar sin NINGUNA pretensión pero agradable. Es un buen sito para comer carne a la brasa. Tienes filete, entrecote, pollo y todo a la brasa. Te sirven la carne acompañada de patatas fritas, ensalada y un poco de verduras plancha. Desde 80 a 95 Dh el plato completo. También una buena carta de ensaladas y de bocadillos. Raciones grandes y suculentas
Este lugar está bastante lleno de familias los fines de semana, poca gastronomía marroquí típica. Como el nombre indica, su especialidad…el Grill.
La decoración es escasa, el local hace esquina y se encuentra muy cerca de la iglesia de Guéliz. Si quieres, puede parecer un poco desangelado. No has de buscar refinación en este lugar. Puedes aparcar delante ya que hay zona azul amplia.
La Grillardière Marrakech
15, rue Ibn Hanbal , Guéliz MARRAKECH
Las mejores terrazas de Marrakech
Íntimas o populares, chics o sencillas y austeras, míticas y históricas, divertidas o serias….terrazas de Marrakech, siempre frescas, siempre inolvidables…he hecho una selección MUY PERSONAL de las mejores terrazas de la ciudad. Cada una de ellas tiene su momento, un instante que las hace diferentes…hasta en esto Marrakech es única.
Para desayunar
Extrablatt. En el barrio residencial de Hivernage. Packs de desayuno muy apetecibles…enorme zumo de naranja, mermelada, pan con mantequilla, croissant, fruta…Una terraza amplia con mesas muy grandes. Servicio amable, packs a partir de 30 Dh.
16Cafè. En pleno verano solo la recomiendo en la hora del desayuno. Está ubicada a pleno sol y los parasoles no bastan para frenar el calor….en las mesas cercanas a la pared hay brumizadores…pero no bastan. De todas formas, la mejor pastelería de la ciudad merece una visita para un desayuno temprano. No perderse los milhojas de crema y el “eclair” de chocolate. Buen café.
Para tomar algo a cualquier hora
Le Lawrence Bar. Es el emblemático bar del Sofitel, elegante y cerca del hermoso jardín. Unos 240 Dh por una copa de champagne y 130 Dh por Wine Flight (un pequeño pasaporte degustación alrededor del vino).
Míticas
Cafè de France. Situado en la Place Djemaa el Fna, uno de los locales más míticos de la ciudad. Su terraza ha visto pasar la historia de Marrakech en los últimos 50 años, nada sofisticada y muy cosmopolita. Juan Goytisolo toma su te a la menta cada día a las cinco en ella.
Les Negociants. Situado en la esquina de la Mohamed V con….esta terraza está ubicada en la zona de más transito del Barrio de Gueliz. Todo el mundo que se mueve en el barrio pasa por delante de ella, si quieres que nadie te vea…no vengas aquí. Vendedores de relojes, de gafas, limpiadores de botas, de frutos secos…no hay paz en ella.
Para comer
Informales;
Cafè des Èpices. Con su decoración austera pero practica, sus mesas sencillas de madera, sus taburetes, su escalera imposible para patosos, su único baño para todos, su carta limitada y básica, pero a la vez completa….y sobre todo, al hecho que encontrar un local en la Medina donde comer un plato no demasiado caro y con cierto gusto europeo.
Chics:
Le Gran Cafè de la Poste. Terraza muy chic y cómoda en el Barrio de Guéliz en uno de los locales más elegantes de la ciudad. Si el calor no da tregua, encienden los brumizadores de agua en la terraza y convierten la comida en uno de los momentos más “frescos” del día. Lugar de encuentro de todos los europeos que viven en la ciudad roja. Buena selección de ensaladas, carnes, pescados y extensa carta de vinos.
Para merendar:
Le Menzeh, en La Mamounia. Un lugar ciertamente confidencial en el parque del célebre palacio. Este pabellón dispone de un salón de té, que propone helados y pastelería excepcionales de su chef Richard Bourlon. Una ocasión única para saborear el esplendor de un jardín mítico mientras disfrutas de las creaciones dulces del chef. A partir de 80 Dh la pastelería.
Para cenar:
Kosybar. Terraza en la Place des Ferblantiers ( Medina ). Hermosa vista desde la zona sur de la Medina, cerca de los nidos de cigüeñas en las murallas de la ciudad. Menú de noche sobre los 370 Dh por persona. Tienen licencia alcohólica y una buena selección de cervezas y cocktails.
El mejor atardecer de la ciudad
La Terrasse des Épices. Está decorada sencillamente pero efectiva, quiere representar un espacio Chill Out….está ubicada en un segundo piso alrededor de unas antiguas galerías. En la zona central un patio que consiguen esconder con cañas y alrededor de él, todo el local. En una zona, 4 pequeños reservados para una cena íntima. Al fondo, la barra del bar y a nuestra izquierda, los salones abiertos. Todo, con sofás sencillos y muchos cojines. Aquí todo es rústico, nada de grandes sofisticaciones. Sofás de cemento colorado ( color rouge Marrakech ) y encima, cojines para poder estirarte o sentarte. Cuando la luz de sol deja de iluminar, te acercan los farolillos a la mesa para iluminar la carta (usan una pizarra tamaño XL que te traen hasta la mesa). De día, sombreros repartidos por las mesas, ayudan a los clientes a soportar el calor.
El atardecer, cuando se pone el sol…un momento mágico en esta terraza.
La Terrasse des Épices
Ayer estuve en la Terrasse des Épices…..viendo como anochecía en la ciudad roja.
Este local es propiedad de Kamal y Nicolas ( los mismos de El Café des Épices ). Han abierto no hará un año, y creo que les está funcionado bien.
Hablamos de una terraza que tiene unas preciosas vistas sobre la parte de la Medina cercana al Museo de Marrakech. Solo es una terraza, pero que terraza !!! Está decorada sencillamente pero efectiva, quiere representar un espacio Chill Out….está ubicada en un segundo piso alrededor de unas antiguas galerías. En la zona central un patio que consiguen esconder con cañas y alrededor de él, todo el local. En una zona, 4 pequeños reservados para una cena íntima. Al fondo, la barra del bar y a nuestra izquierda, los salones abiertos. Todo, con sofás sencillos y muchos cojines, en la zona descubierta, puedes degustar un refresco, un zumo natural o un té a la menta. Aquí todo es rústico, nada de grandes sofisticaciones. Sofás de cemento colorado ( color rouge Marrakech ) y encima, cojines para poder estirarte o sentarte. Cuando la luz de sol deja de iluminar, te acercan los farolillos a la mesa para iluminar la carta (usan una pizarra tamaño XL que te traen hasta la mesa). De día, sombreros repartidos por las mesas, ayudan a los clientes a soportar el calor.
La carta… tomate con mozarella (de búfala ?), cous cous, tajines, filetes….puedes comer internacional o marroquí…pero aviso, no es barata. De hecho si te quedas un rato mirando el tráfico de clientes, muchos de ellos miran la carta y luego desaparecen sigilosamente. Precios europeos en una terraza en el corazón de la Medina de Marrakech.
De todos modos, si no te apetece gastarte unos 25 Euros para comer aquí….no te pierdas un anochecer desde sus apartados, o desde cualquiera de sus mesas….una experiencia bonita….saboreando un zumo natural.
El personal es joven y muy dinámico, un mismo espíritu que el local original…hay que estar atento para encontrar este local, escondido entre los zocos.
15, souk Cherifia. Sidi Abdelaziz
Marrakech-Médina
Le Gran Cafe de la Poste
Este local que en estos momentos es uno de los locales de referencia de Marrakech. El edificio fue construido en 1925 y debe su nombre al hecho de fue un café además de la oficina real de Correos. Posteriormente, el Pacha El Glaoui lo convierte en Café-Restaurante y entonces se denomina, Café Pacha. A lo largo de los años, el Barrio se ha ido desarrollando fuera de las murallas de Marrakech y este café y edificio fue abandonado largo tiempo. En 2006 se “reinventó” para ocupar el sitio que tuvo en su día…un lugar de encuentro de los Marrakchís. La verdad es que los precios no invitan a que la gente local, pueda convertir este sitio en su lugar de encuentro…pero la visita merece la pena para una comida o una cena.
El local tiene una terraza exterior y una terraza interior (mi favorita), con brumizadores de agua en verano. En su interior encontráis un lugar extraordinario con estilo colonial, la escalera central te transporta a otras épocas…todo el mobiliario y los elementos decorativos son preciosos y los espacios son enormes…la altura del local, perfectamente combinado con los espejos y las luces, crean una sensación de amplitud única en Marrakech. En el piso de arriba encuentras un Lounge Bar muy cómodo y confortable.
La cocina es extraordinaria, nada complicada pero lograda. Una carta corta, muy francesa, a base de ensaladas y algunos entrantes fríos. Pescados y carnes de segundo y deliciosos postres. Sirven vinos marroquíes y franceses y una buena gama de combinados de alcohol.
Si os soy sincera, no frecuento en exceso el local, porque las personas que atienden la recepción son profundamente antipáticas, como si por el hecho de trabajar en este simbólico local les dotara de una varita mágica y se sintiesen por encima del bien y del mal. He visto tratar de una manera incorrecta a las recepcionistas a turistas que no hablaban bien el francés y eso me molesta mucho. SI no fuese por estos detalles, el local es uno de los sitios más bonitos y cuidados de la ciudad.
Sirven comidas y cenas (recomendable reservar para la cena), pero por encima de todo, este local es estupendo para disfrutar de un maravilloso desayuno en la terraza cubierta. La carta de desayuno comprende una serie de “paquetes” buenísimos….que os recomiendo encarecidamente. Está abierto ininterrumpidamente desde las 08:oo gasta la una de la madrugada. Los propietarios del Cafe tienen otros locales en Paris y tambien el Restaurante Bo-Zin en la carretera de Ourika…de este local ya os hablaré más adelante.
LE GRAND CAFE DE LA POSTE
Angle Boulevard El Mansour Edhabbi et Avenue Imam Malik.
40000 Gueliz-Marrakech
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