Política marroquí

¡¡¡ Mujeres al poder !!!

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Mbarka Bouaida
Mbarka Bouaida

En Marruecos, el Gobierno Benkirane II ha hecho modificaciones sustanciales de sus miembros. Ahora son seis las mujeres en lugar de la única que abrió el Gobierno Benkirane I.  Por fin, Bassima Hakkaoui no es la única mujer a formar parte del Gobierno de Marruecos.

El Gobierno Benkirane II cuenta ahora con seis mujeres. Además de Bassima Hakkaoui, que conserva su cartera de la Solidaridad. Mencionar que las cinco nuevas ministras no son muy conocidas de la escena política marroquí.

Las nuevas carteras son:

  • Fatema Marouane: Ministra de Artesanía, de la Economía Social y Solidaria.
  • Mbarka Bouaida:  Ministra Delegada ante el Ministro de Relaciones Exteriores y de la Cooperación.
  • Soumiya Benkhaldoun:  Ministra Delegada ante el Ministro de Educación superior, de la investigación científica y de la formación de cargos.
  • Hakima El Hiti: Ministra Delegada ante el Ministro de la Energía, minas, Agua y el Medio Ambiente, Encargada de Medio Ambiente.
  • Charafat Afilal: Ministra Delegada ante el Ministro de la Energía, Minas, Agua y el Medio Ambiente, Encargada de Agua.

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Este nuevo gobierno se coció durante varias semanas  y nace de la negociación entre Abdelilah Benkirane con la Rassemblement national des indépendants (RNI) para hacer frente a la salida de Istiqlal y formar así este nuevo gobierno.

Yo sí que creo que un mundo gobernado por las mujeres tiene un futuro más floreciente, igualitario y justo. Así que me congratulo que el Gobierno de Marruecos tenga más influencia femenina. Porque era un escándalo que solo hubiese una mujer en el Gobierno (tal como comenté en mi post).

Paridad entre hombres y mujeres, NO TOCA

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El PPS ( Partido del progreso y Socialismo ) dirigido por Nabil Benabdellah ha criticado el nombramiento de walis y gobernadores.  

La oficina política de esta formación (miembro de la mayoría gubernamental) reunida el miércoles 16 de mayo, deplora en un comunicado, la escasa presencia de las mujeres en esta lista de los responsables de la Administración territorial. En efecto, solo Fouzia Imensar, nombrada gobernadora de la prefectura de Mohammedia, representa a las mujeres. Un hecho que recuerda el caso de Bassima Hakkaoui, única Ministra en el Gobierno Benkirane.

Fue precisamente en la presentación del 18 de enero y en representación de su Gobierno ( delante de las dos Cámaras del Parlamento reunidas en una única sesión), cuando jefe del ejecutivo (Benkirane) prometía a las asociaciones femeninas respetar el principio constitucional de paridad en los próximos nombramientos de altos cuadros de la función pública.

El artículo 19 de la ley fundamental precisa que “el Estado marroquí trabaja a favor de la paridad entre los hombres y las mujeres. Se crea, a tal efecto,  una Autoridad para la paridad y la lucha contra todas las formas de discriminación«. Una Autoridad que espera la aprobación de su ley orgánica.

Me parece un ejercicio de hipocresía que el PPS que gobierna en coalición con el PJD de Benkirane no hubiese presionado para que más mujeres ocupasen carteras ministeriales cuando ellos negociaban la composición del Gobierno y que sea ahora y a través de un comunicado cuando “deploren” la escasa presencia de Walis y Gobernadoras mujeres. Y cuando digo escasa, quiero decir nula.

Tenemos 1 mujer ministro de 30 posibles y 1 mujer gobernadora de 71 posibles cargos Administrativos.

El porcentaje de mujeres en el Gobierno es del 3 % y en la Administración territorial es del 1,41 %….que no acaba de ser exactamente lo que yo entiendo por paridad.

Paridad, paridad no me parece…igual es que son de letras y yo de ciencias…

La «soledad» de Bassima

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Bassima Hakkaoui, es la única mujer que forma parte del gobierno marroquí precedido por el jefe de gobierno, Abdelilá Benkiran. Fue nombrada por el rey Mohamed VI (el 3 de enero 2012) como ministra de la Solidaridad, Mujer, Familia y Desarrollo social. Hakkaoui nació el 5 octubre 1960. Obtuvo en 1996 su diploma en estudios avanzados de Psicología Social para trabajar luego y durante varios años en el Centro de Formación de Profesores en Casablanca. Es miembro en el Partido de Justicia y Desarrollo (PJD) desde el 2002. Del año 2006 hasta 2009, fue presidenta de la Comisión de Asuntos Sociales en el partido. Además, fue miembro de la Cámara de diputados entre el 2009 y 2010. Encabezó la lista de mujeres del PJD en las elecciones del 25 de noviembre de 2011. Hakkaoui también ocupó varios cargos en su partido, tales como la presidencia de la organización de las mujeres del PJD. Asimismo fue miembro de la Comisión Parlamentaria Mixta entre Marruecos y la UE así como en varias organizaciones árabes e islámicas. Destacó por su gran labor como investigadora en cuestiones relacionadas con la mujer y la educación, contribuyendo con obras colectivas que tratan estos temas.

Eres la única, Bassima…tal vez también le podrías preguntar a Benkiran el porqué de  tu total “soledad” en este Gobierno.

¿ Porqué ha ganado el PJD ?

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Los resultados definitivos de las elecciones legislativas en Marruecos confirmaron la aplastante victoria del Partido para la Justicia y el Desarrollo (PJD).

Varios observadores han interpretado esta victoria como un efecto moda generado por el éxito de Ennahda en Túnez. No obstante, la amplitud de esta victoria supera el simple efecto moda. Sobre la base que escribe Hicham El Moussaoui, analista político, voy a intentar desarrollar las otras razones que pueden justificar los votos a favor del PJD de los electores marroquíes.

Como he dicho, se podría pensar que el éxito se basa en un efecto moda a raíz de la primavera árabe, que vio nacer un islamismo político como una fuerza alternativa y con la cual era necesario contar. Es cierto que el éxito del “modelo” turco, combinado con el  éxito de Ennahda en Túnez y la futura aparición de los hermanos musulmanes en Egipto, hicieron perder el miedo a los electores marroquíes. No obstante, la amplitud de la victoria del PJD (más de un cuarto de los escaños), en un país que no se encontraba en una órbita revolucionaria, sino más bien “evolucionaria” ( a diferencia de Ennahda en Túnez y a los hermanos musulmanes en Egipto ), hace pensar en la existencia de otras motivaciones detrás de la elección de los electores de votar PJD.

A primera vista, se trata de un voto-sanción al Gobierno saliente,  sobre todo después del muy pobre balance de los partidos del Koutla (Unión Socialista de las Fuerzas Populares USFP, Partido para el Progreso y el Socialismo PS y el Partido del Istiqlal IP) que han estado administrando los asuntos del país desde 2007. El problema del desempleo, la pobreza, la corrupción y las desigualdades sociales terminaron ciertamente por exasperar al marroquí. Los electores perdieron confianza en los partidos políticos que representan ( bajo su punto de vista )  al Status quo y a los miembros del aparato del palacio a los que consideran responsables del subdesarrollo del país.

Además, los cargos electos del PJD hicieron valer su “virginidad” política (ninguna participación gubernamental anteriormente) y su moralidad, explotando su referente islámico para vender una determinada probidad buscada por los electores. Electores escaldados por décadas de corrupción y de nepotismo – sin hablar de falsas promesas. El PJD presentó un grupo de cargos electos menos expuesto y aprovechó del desgaste de los del equipo saliente y los otros partidos. El PJD representaba la alternativa menos corrompida a los ojos de los electores marroquíes, que decidieron intentar la experiencia y dar la oportunidad a una nueva alternancia, esta vez emanada de la voluntad popular.

Por otra parte, los candidatos del PJD hicieron valer la lucha contra la corrupción como su principal credo. Un mensaje que encontró un amplio eco en los electores. La simplicidad fue un factor determinante en la eficacia de su campaña electoral. Los representantes del PJD, desde su creación, adoptaron un discurso simple y próximo a las preocupaciones diarias de las distintas existencias de la sociedad marroquí. Supieron comunicar con la mayoría de los ciudadanos evitando lenguajes  plagados de ideología y de jergas técnicas como hacen los otros partidos. Esto siempre es percibido por los ciudadanos como un esnobismo político y social. Al contrario,  se basaron en un discurso edificante de la vida política con referencias y símbolos religiosos, e hicieron evolucionar su discurso evitando condenar los Festivales Musicales o los conciertos de Shakira. Prometieron no prohibir el alcohol, pero insistieron para que la libertad de conciencia no figure en la nueva Constitución aprobada por referéndum en julio. Declararon  no querer inmiscuirse en la vida privada del marroquí, alegaron su voluntad de restablecer la justicia social, de luchar contra la corrupción y de combatir la economía de ingresos sabiendo que la lucha contra el mal Gobierno era la principal pretensión de los manifestantes marroquíes.

En fin, el éxito actual no es el resultado de una campaña de algunas semanas, ni siquiera de unos meses. Este éxito es el fruto de varios años de trabajo in situ. En este sentido, el partido islamista ha sabido construir una base popular sólida gracias a sus obras sociales y de caridad. Al ocupar el terreno social olvidado por el Estado, supo consolidar un vivero de voces agradecidas. Esta estrategia social de proximidad ya demostró su validez en otros países, tanto en Palestina ( con Hamas ),  como Ennahda en Túnez. Sin olvidar que los pjdistes están participando activamente en la gestión del país a nivel local desde hace más de 11 años. Su balance local, a pesar de algunos casos, es muy apreciado por los ciudadanos que viven en  los municipios y en  las colectividades administrados por los cargos electos del PJD. Argumento que les fomentó a votarles en las Legislativas. Eso explica en gran parte la solidez de su base electoral, que por término medio les ha permitido  mantener  500.000 votos desde 1997, contrariamente a los otros partidos dónde la estrechez de su base los vuelve más vulnerables a los hechos coyunturales y a los cambios  de opinión.

Y tampoco no debe olvidarse que el PJD ha hecho una campaña moderna haciendo buen uso de las nuevas tecnologías de la información, como han sabido hacer las rebeliones árabes esta primavera. Contrariamente a los otros partidos, no se limitaron a las reuniones populares tradicionales y a la distribución de los folletos sino  que utilizaron Internet y las redes sociales para difundir su mensaje y llegar a  otras franjas de electores ( en particular, los jóvenes). Recordemos que el PJD es el partido que dispone de más presencia en la Red y que es el único que tiene una radio en Internet.

Tal vez, los electores marroquíes han querido enviar una señal a la clase política en general, para hacerles saber que no están de acuerdo con que la práctica de la política sea heredada, reinstalada o que sea solo un juego entre “notables”.

Ahora solo queda saber si…

¿El PJD estará a la altura de la confianza del pueblo marroquí? El tiempo lo dirá.